VIT: Vanguardia con rostro y fuerza de mujer
Sus rostros alegres se observan desde la entrada de la fábrica. Su profesionalismo, seriedad, responsabilidad y vocación de servicio es una constante entre las más de 180 mujeres que componen la gran familia de Venezolana de Industria Tecnológica (VIT) y que le imprimen a la lucha el dulzor de su amor.
Resaltar sus hazañas, sacrificios, logros y consejos es la manera de expresarles el orgullo de contar con su esfuerzo cotidiano, el cual trasciende las fronteras de su hogar, para hacerse vivo en cada faceta que les toca vivir.
Lourdes Rivero, trabaja desde hace dos años en VIT como analista de tesorería en la Gerencia de Administración y Finanzas donde comenta ha obtenido una gran experiencia gracias al equipo con quien comparte la jornada laboral.
Lourdes tiene una niña de 5 años, está casada desde hace 8 años y nos cuenta luego de un suspiro: “Mi día comienza bien temprano, porque ya mi niña está en edad escolar, así que debo levantarme a preparar el desayuno y terminar lo que haya quedado pendiente del almuerzo. Cuando mi esposo no está la llevo al colegio y me vengo a trabajar”.
“Creo que cada miembro de la familia es necesario e importante, pero somos las mujeres quienes damos ese punto de apoyo, ese valor agregado y trabajo extra que nos convierte en muchos casos en madre hasta de nuestros esposos, no porque sean irresponsables, sino porque ese amor con que hacemos las cosas también los cobija a ellos”, confiesa con una sonrisa picaresca.
Al preguntarle sobre su figura ideal de mujer, Lourdes refiere con un brillo en su mirada a su madre y abuela: “Mi mamá y mi abuela han sido mujeres muy trabajadoras, mi abuela quedó sola con seis niños y aunque mi papá vivió con nosotros unos años fue mi madre la motivación y pilar para todos nosotros. Ella logró ser universitaria y eso es un gran ejemplo de superación para todos”.
Esta joven trabajadora comenta: “a pesar de que soy Cristiana Evangélica y allí el hombre es cabeza de hogar y es quien debe trabajar, no dejo yo de hacerlo porque considero que una como mujer debe realizarse no sólo como ama de casa sino a nivel profesional, secular”.
“Tenemos que continuar con ese amor para hacer las cosas y nunca perder la fe, nunca dejar de trabajar por lo que queremos, nunca dejar de luchar. Pienso que aunque se pueda perder una batalla la lucha no se ha perdido. Los éxitos se obtienen de los pequeños esfuerzos e incluso de las victorias no obtenidas. Todo esfuerzo tiene su satisfacción”, dice con convicción la compañera para finalizar unos agradables cinco minutos de conversa sincera.
Con su risa alegre plena los pasillos de VIT, por donde transita con su carrito de aseo, se llama Karelys Velasco y trabaja en el área de infraestructura desde hace poco más de año y medio como operadora de mantenimiento.
“Yo trato de llevarla lo mejor posible en mi carrito y trato de pasarla lo mejor que puedo en mi trabajo y en mi vida personal. Tengo tres hijos y tres nietos. Acá en Punto Fijo estoy sola porque vine a ver que me tenía Dios. Yo soy de Puerto Ordaz”, comenta Karelys coqueta y risueña.
“Yo me siento bien en mi sitio de trabajo, hago lo que me gusta porque pienso que toda labor dignifica, si la sabes llevar con alegría”. Karelys considera que las mujeres “somos más luchadoras, emprendedoras, más apasionadas porque las cosas salgan bien. Nosotras lo hacemos por amor y de corazón”.
Esta agradable mujer finaliza sus palabras con un mensaje a la mujer: “aunque la sociedad te diga que esta mala la situación no puedes perder el amor en tu corazón, no puedes dejar de tener hijos, de soñar y seguir luchando por la vida”.
Siempre está rodeada de muchachas y muchachos y a pesar de ser una mujer de 43 años se mezcla armoniosamente con el grupo gracias a la juventud que transmite su rostro sonriente y su camaradería sin límites. Lugdim Rebeca Graterol es la amiga de todos quienes se acercan en busca de palabras de aliento, orientación y amistad sincera.
Tiene 8 años en VIT donde se desempeña como operadora integral de planta. oficio que comparte con el irrenunciable rol de ser madre de 3 hijos y atender a su marido.
“Antes lo veía complicado pero ya se me hizo costumbre. Me levanto a las 4:30 a.m., a preparar la comida del día para todos y de allí cada quien sale a sus tareas. No me imagino el hogar sin Rebeca. Yo pienso que soy el soporte de mis hijos y siempre tengo tiempo y espacio para darles a ellos”.
La mayor satisfacción que ha ganado por ser mujer es ser madre, “Siempre le he dado gracias a Dios por mis tres hijos porque eso me hace ser una gran mujer. Ser una gran esposa, madre, hermana, hija, amiga. Yo siento que eso me hace ser grande”.
“todas las mujeres tenemos que salir a trabajar y es importante que si eres madre le inculques valores a tus hijos para que le sirvan en su vida. Salir a trabajar no quiere decir que estamos dejando solos a nuestros hijos, porque cada momento de calidad que utilicemos para enseñarles cosas buenas es valioso”, añade Rebeca con su tono paciente y cariñoso.
“Hay un mito que dice que el sexo débil es la mujer pero estoy segura que no es así siento que somos el sexo fuerte porque tenemos que ser madres, enfermeras, amigas y ya cuando crecen debemos ser confidentes, orientadoras y miles de roles que se suman a los que requiere nuestra realización profesional. ¿Dime si no es una bendición ser mujer si somos capaces de dar vida?-
Lisemar Guerrero, es otra de nuestras valiosas mujeres. Tiene 5 años trabajando para VIT y actualmente se encuentra al frente del Centro de Distribución Directa Urdaneta, ubicado en la Gran Caracas.
Ella nos cuenta su historia en la cual asume el rol de madre, trabajadora y estudiante: “Mi dinámica es bastante movida, tengo un hijo de 7 años. Comenzamos la mañana preparando todas las cosas de ese día, luego salgo a mi trabajo y finalizada mi jornada laboral me voy a la universidad porque actualmente estoy estudiando Licenciatura en Administración, retornando a mi casa pasadas las 8 de la noche, todos los días”.
“Los fines de semana trato de compartir mucho tiempo con mi hijo, aprovechando de darle lo máximo tanto a él como a mi mamá, así que salimos a hacer algún ejercicio, compartir, distraernos en familia”.
Lisemar considera que como mujeres no tenemos ningún tipo de limitación: “Las limitaciones están en la mente. Lo que nos proyectamos somos capaces de hacerlo, de mejorarlo. Somos luchadoras capaces de alcanzar todo cuanto nos proponemos”.
Respecto al rol de la mujer en la sociedad actual destaca: “Nuestro papel es importantísimo porque nosotras hemos logrado calar y romper esa barrera. Creo que la mujer es pionera y en el caso de las instituciones la mayoría están conformadas por mujeres y muchas están liderizadas por una mujer. Anteriormente, no teníamos esa figura, de hecho los roles de mando siempre estaban a cargo de un sexo masculino, pero hoy en día somos gerentes, somos lideresas y pioneras porque la mujer en cualquier ámbito que la coloquen logra cumplir su rol y asumirlo al máximo dándole siempre un valor agregado”.
Y es que sin dudas, las féminas día tras día siguen conquistando espacios de participación protagónica que van más allá de la consolidación del hogar y abarcan la vida plena en sociedad, asumiendo roles políticos, culturales y sociales de vanguardia que dan un sitial de dignidad a un ser que a pulso ha ganado muchas reivindicaciones, y en el caso particular venezolano, de la mano de la Revolución Bolivariana.
Ellas son una pequeña muestra del ímpetu y valor de la mujer de este país, la que día a día emprende y se viste de lucha para mostrarles a sus hijos y a ellas mismas que no hay mayor obstáculo que las limitaciones que una misma se impone. A las dadoras de vida y paridoras de la Patria vaya el más sincero saludo en nombre de VIT, la fábrica del Computador Bolivariano.